La demanda de Plata está aumentando mucho más deprisa que su oferta, una tendencia que se observa en la última década, impulsada sobre todo por el uso de este metal en la fabricación de paneles solares. La excelente conductividad eléctrica de la plata la convierte en parte esencial de la tecnología de células solares.

Los últimos modelos de la industria solar, mucho más eficientes, utilizan más cantidad Plata que sus predecesores. Así que, con el impulso mundial hacia fuentes de energía renovables y una industria solar en rápida expansión, sobre todo en China, la necesidad de plata nunca se ha puesto tan de manifiesto.

Se prevé que la energía solar represente el 14% del consumo total de plata este año, frente al 5% de 2014. Sin embargo, este aumento de la demanda se está topando con importante problema de suministro.

La plata se obtiene principalmente como subproducto de la minería de otros metales como el plomo, el zinc, el cobre y el oro. Existe una cierta reticencia de las compañías mineras a invertir en nuevos proyectos mientras los márgenes de beneficio sean inferiores a los de otros metales.

Esto ha supuesto que la oferta se haya mantenido estable durante 2023, a pesar de que la demanda aumentó una quinta parte. Este año, se prevé que la producción aumente un 2%, mientras que el consumo industrial (el mayor impulsor de la demanda del metal) aumentará el doble.

La presión sobre la oferta es tan importante que un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur prevé que el sector solar podría agotar entre el 85% y el 98% de las reservas mundiales de plata de aquí a 2050. Si se mantienen las tendencias actuales y no se producen avances significativos en la producción de plata, se prevé que su precio aumente. Esto afectaría a la energía solar y a otras industrias que dependen en gran medida de la plata, como la electrónica, la joyería y la fotografía.